[Crítica de la capitalidad donostiarra de la cultura (IV)]
«La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos […] La revolución social del siglo XIX no puede sacar su poesía del pasado, sino solamente del porvenir. No puede comenzar su propia tarea antes de despojarse de toda veneración supersticiosa por el pasado. Las anteriores revoluciones necesitaban remontarse a los recuerdos de la historia universal para aturdirse acerca de su propio contenido. La revolución del siglo XIX debe dejar que los muertos entierren a sus muertos, para cobrar conciencia de su propio contenido. Allí, la frase desborda el contenido; aquí, el contenido desborda la frase.»
Karl Marx, El dieciocho Brumario de Luís Bonaparte / Ler: BorrokaGaraiaDa