domingo, 2 de julho de 2017

«La domesticación del pensamiento»

[De Marcos Roitman Rosenmann] Pensar, anticipa medir las acciones, enjuiciarlas y contrastarlas por sus resultados. No es posible aceptar la injusticia, el hambre, la esclavitud, el tráfico humano, la explotación, la desigualdad. Menos aún justificar guerras, levantar muros fronterizos.

Sin embargo el miedo se ha ido apoderando lentamente de nuestra existencia. Cambiamos derechos y libertades por seguridad. Asesinatos, secuestros, robos, violaciones, catástrofes provocadas, crisis inducidas, guerras étnicas. No hay espacio público que no se encuentre tocado por la inseguridad y el miedo. Tampoco en la esfera privada. La dualidad público-privado ha perdido su significado en un mundo en el cual se nos exige sumisión completa al poder. (La Jornada via lahaine.org)