[Recensão crítica a Derechos humanos como arma de destrucción masiva, de Concepción Cruz Rojo e Iñaki Gil de San Vicente, recentemente publicado pela Boltxe.]
Del mismo modo que la crisis de Wall Street propició el auge del cine de terror de la Universal y el clima de desasosiego de la Alemania prenazi fue el caldo de cultivo del cine expresionista, la actual crisis económica explica la extraordinaria popularidad de símbolos como el zombi, el robot exterminador o el simio subversivo, que expresan la rebelión de la naturaleza y de la tecnología, así como el descerebramiento y el canibalismo de una humanidad abocada a la autodestrucción.
Pero el verdadero terror y la verdadera catástrofe, de los que el cine fantástico solo es un pálido reflejo, residen en la apropiación de los logros de la humanidad por parte de las clases dominantes y su perversa conversión en instrumentos de opresión. El falso héroe de las historias reales es la moral burguesa, y ese es el tema central de DHA. (lahaine.org)
«Condenan en Francia a 12 activistas del BDS contra Israel» (Resumen Medio Oriente)
Mientras más y más gente a lo largo del mundo «reconoce la naturaleza criminal y brutal» de Israel, los que le siguen leal incrementan la criminalización literal del activismo contra la ocupación israelí.
A juicio de Greenwald, uno tiene que reflexionar sobre el hecho de que para el Occidente es perfectamente legal promover sanciones contra Irán, Rusia, Sudán o cualquier otro país mientras que el embargo y boicot a Israel es ilegal y criminal.
[Ver tb: «Israel crea um ministerio para luchar contra las campañas de boicot internacional» (Sanduzelai Leningrado)]