«¿El horror en París es diferente al de Siria, Iraq, Palestina y El Líbano?», de Carlos AZNÁREZ (boltxe.eus)
En ese momento, las masacres que esos mercenarios producían en Mossul, Raqqa, Aleppo, Homs o en Palmira, no preocupaban a Sarkozy ni tampoco a Hollande. Eran «daños colaterales» lejos de la comodidad parisina que hasta ese momento parecía blindada, inviolable. Tampoco dijeron nada importante del atentado sangriento cometido esta semana en El Líbano y seguramente muy festejado en Tel Aviv o en la Casa Blanca, ya que en esa ocasión la matanza ocurría en un barrio controlado por Hezbolah. En este caso, los muertos eran tan árabes como los palestinos asesinados en estos días en Cisjordania o en Gaza, cuyos nombres no cuentan para los grandes medios, como tampoco el dolor de sus familiares o las imágenes dantescas de sus viviendas arrasadas.
«Depois de Beirute, Paris», de Bruno CARVALHO (manifesto74)
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