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De todo ello se desprende que el proyecto de Podemos en la Euskal Herria occidental se basa en la consolidación de la paz y de la convivencia en un pueblo oprimido, bajo represión y en unas condiciones sociales cada día más crueles. La famosa pax romana. ¿Esto acaso no es la asimilación de Euskal Herria en una democracia que no es tal? Porque desde luego si hablamos de cambio social de momento el PNV y Podemos coinciden en extender el interclasismo ideológico y quedarse mirando los mapas. Es decir, los problemas «se pueden solucionar» entre todos y en las instituciones. Empresarios, trabajadores y parados en alegre biribilketa.
De esta manera, se intenta evitar procesos de confrontación que traigan soluciones en beneficio de la clase trabajadora para instalar la «paz social» mientras una por una se aplican medidas contrarias a los intereses de la clase trabajadora y se intenta ahogar la respuesta social. Clase social desaparece como factor diluyéndose en lenguaje vacuo democraticista que hace igual a todos los políticos. Y al final tanto PP y PSOE como Podemos y PNV defienden los mismos intereses de clase (profesional acomodada, como todos sus perfiles) y necesitan a una clase trabajadora detrás de espectadora para reír las gracias de los shows televisivos. / Ler: BorrokaGaraiaDa