[De Enrique Ubieta Gómez] La ideología de una Revolución surge, se alimenta y crece en guerra contra la ideología que debe sustituir, esencialmente contrarrevolucionaria, contra la ideología que es hegemónica en el mundo de hoy, y que cuenta para su reproducción con los medios transnacionales de influencia y con la industria del entretenimiento, en todas sus variantes.
El mismo televisor que transmite un discurso de Fidel, de Chávez o de Maduro, de Evo, una hora más tarde transmite una película cuyo contenido ideológico, enmascarado, conduce en sentido contrario las emociones, los deseos, y las ideas del espectador.
La ideología revolucionaria, aún cuando sea la vencedora en una Revolución, convive en permanente combate con la ideología contrarrevolucionaria. No llega empaquetada como regalo de cumpleaños: avanza entre obuses y minas enemigas. (Granma)