[De Josemari Lorenzo Espinosa] A la UPV se la puede llamar muchas cosas. Y de todo. Pero de lo que no cabe duda es que sus habitantes tienen el cuello torcido. De tanto mirar a otro lado. Para no ver una pancarta. La pancarta con tres profesores despedidos, en la puerta de entrada del templo del saber.
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Porqué quieren (al menos querían, cuando les despidieron) regenerar la universidad de todos los vascos. Sacarla de los tics de la dictadura y meterla en los nuevos siglos…Porqué soñaban con la autonomía universitaria. Con la libre investigación, con un mundo intelectual altruista y necesario, abierto a todos. Porqué pedían una universidad democrática. Popular y vasca. Porqué se sublevaron contra los cuellos torcidos de un estamento feudal, conservador, endogámico y elitista. (BorrokaGaraiaDa)