sexta-feira, 14 de março de 2014

Guillermo Paniagua: «Sobre perros y collares»

Y es que lo que ha ocurrido en Ucrania o lo que se busca en Venezuela (aunque en cada caso por razones y con intensidades diferentes) se inscribe innegablemente en una ofensiva imperialista mundial que no hace más que reactualizar y en algunos puntos perfeccionar su larga tradición intervencionista.
[...] el modus operandi del imperialismo parece apostar cada vez más por esta combinación donde lo civil y lo militar se confunden y al mismo tiempo nos confunden, movilizando una planta de actores que, tras su paso por el cuidadoso relato massmediático, consigue darle legitimidad político-ideológica sin perder eficacia político-militar al desarrollo de lo que quieren vender como una colorida revolución cuando de lo que se trata es de un oscuro golpe de Estado. [O autor é militante da organização internacionalista basca Askapena.] (BorrokaGaraiaDa)

«¿Acabar con la OTAN mediante elecciones europeas?», de Iñaki Gil de SAN VICENTE (lahaine.org)
Cualquier proyecto de acción político-parlamentaria en la UE que no tenga en cuenta esta creciente fuerza político-militar y este concentrado económico que es la OTAN, está condenado a la derrota honrosa porque se ha luchado y perdido, o a la derrota deshonrosa porque no se ha luchado al degenerar en el reformismo parlamentarista integrado en el sistema.
Conocemos demasiados casos de derrotas deshonrosas, asimilaciones dulces y adormiladas. La única forma de evitar desde ahora que se repitan en un futuro es multiplicar la crítica radical de la OTAN como puño de acero dentro del guante de seda de la «democracia occidental». Una crítica que si bien puede hacerse desde dentro de las instituciones sobre todo ha de practicarse en las fábricas, calles, escuelas, universidades, movimientos, sindicatos, colectivos de toda índole.

«Luta de massas e nada de aventuras», de Alberto PINZÓN SÁNCHEZ (odiario.info)
Uma análise sumária dos resultados das recentes eleições na Colômbia. Com uma taxa de abstenção próxima dos 60% e com os candidatos da União Patriótica obrigados a conduzir a sua campanha à margem do poder mediático dominante e sob a constante ameaça, repressão e agressão do poder militar e paramilitar.