[Carta aberta a propósito do 90.º aniversário de Alfonso Sastre] Y hoy recuerdo precisamente esa afirmación tuya porque, análogamente, Eva y tú habéis demostrado que la honradez intelectual insobornable y la lucha revolucionaria sin concesiones son posibles y necesarias en el seno mismo del capitalismo más brutal, en el corazón mismo de la bestia. Habéis sufrido marginación, cárcel y tortura en un país (es un decir) que debería haberos honrado como máximos exponentes de la verdadera cultura -que es y solo es la que nos hace mejores y más libres-, y como dices en uno de tus poemas, no han conocido el suelo vuestras rodillas. Y eso, en un país de lacayos, no se perdona.
Gracias, Alfonso, gracias Eva, por alumbrar el camino y por darnos fuerzas para seguir avanzando. Hasta la victoria siempre. (lahaine.org)