[Entrevista de Carlos Aznárez e María Torrellas a Jorge «Tambero» Zabalza, ex-Tupamaro e ex-preso político urugaio] Parafraseando a los rockeros de antaño, se puede decir que «los viejos revolucionarios nunca mueren» y en lo que hace al «Tambero» aún tiene mucho que aportar y enseñar a las nuevas generaciones. De allí que Zabalza -ex dirección de los Tupamaros y ex preso político en durísimas condiciones- haya visto necesario escribir nuevamente sobre la épica y la derrota de la que fuera su organización en el pasado. Así pudo parir La experiencia tupamara. Pensando en futuras insurgencias, un libro (prologado por Néstor Kohan) de lectura obligada para quienes siguen creyendo que nos debemos en varios de nuestros países avanzar hacia la Liberación Nacional y el Socialismo. Pero también para muchos jóvenes que caminan entre el descreimiento de la politiquería burguesa y las ganas de hallar referencias que les ayude a derrotar a tanta confusión y oportunismo.
Resumen Latinoamericano estuvo con el «Tambero» en su trinchera habitual de Santa Catalina, frente a la versión uruguaya del Río de la Plata, y allí gestamos una entrevista sustanciosa en la que Zabalza habla de los Tupas originarios y los que «se cruzaron de vereda» en los últimos años, también enfila los cañones contra Mauricio Macri, y expresa su versión sobre algunas de las responsabilidades que tienen los progresismos en el retorno ofensivo de la derecha neoliberal. / LER: Resumen Latinoamericano
«Os mandatos de Obama», de Higinio POLO (odiario.info)
Há oito anos, quando Obama venceu Hillary Clinton nas primárias do Partido Democrata e McCain nas eleições presidências, foram muitos milhões de mulheres e homens em todo o mundo os que «exultaram até às lágrimas» com a vitória de Obama nas eleições.
E nem quiserem acreditar que o jovem senador de 45 anos, culto, bem-falante, e ainda por cima negro, nem se aperceberam que todo o capital de simpatia e emoção que Obama gerou mais não era do que o recorte perfeito da «peça de puzzle [que faltava] no imaginário do orgulho norte-americano, e no objectivo de reverter a vaga de descrédito dos EUA que alastrou a todos os continentes» nos mandatos de George W. Bush.
Hoje, chegada a hora do balanço, «pode dizer-se que o seu tempo não foi pior que o Bush, mas também não melhorou»...