[analizaremos (...) los atentados, choques armados y detenciones de islamistas acaecidas recientemente en Europa; la caída de los precios del crudo; Ucrania; Venezuela y Cuba; el Ébola; el dólar; el estancamiento capitalista mundial].
Por ahora, interna y externamente la legitimidad «democrática» es más rentable que la neofascista, aunque en la práctica cada una cumple su función. De hecho, la primera, la «democrática» le permite ocultar muy bien los recortes de la democracia real que se vienen imponiendo desde hace tiempo, y que se incrementarán con la excusa de los atentados islamistas: aumentará el control cotidiano, la invisibilidad de la represión se hará más perceptible y se reducirán derechos cotidianos tenidos como básicos hasta ahora, retroceso justificado con la mentira de que hay que equilibrar la «seguridad» con la «libertad». (boltxe.info)
«Je suis antiimperialista», de Guillermo PANIAGUA, Xabier LASA e Haizea SOLAGURENBEASKOA* (BorrokaGaraiaDa)
La primera función que cumple el relato dominante es establecer unas seudo causas (fanatismo, barbarie, intolerancia, religión, etc.) que eviten que se le achaque al poder establecido cualquier tipo de responsabilidad política, ya sea directa o indirecta. Sin embargo la realidad resulta más tozuda de lo que algunos quisieran y que un ciudadano francés se preste a la causa yihadista responde indudablemente a factores estructurales de la construcción y blindaje de un Estado clasista e imperialista. [*militantes da Askapena]