Domingo Menna – el Mingo – un revolucionario cuya conducta emulaba el temple de
Julius Fucik, el comunista checoslovaco de quien había leído su reportaje al pie del patíbulo, manuscrito en una prisión nazi. Y la de los resistentes vietnamitas en los pozos de Poulo Cóndor bajo las bayonetas de los colonialistas franceses, cuya historia aprendió leyendo a Ho Chi Minh. Mingo se comportó ante sus verdugos como esos obreros anarquistas italianos encarcelados y ahorcados en Estados Unidos, otra historia que leyó del escritor norteamericano Howard Fast en La pasión de Sacco y Vazetti. Mingo alcanzó la estatura moral de Antonio Gramsci, muerto en las prisiones fascistas de Mussolini. Del revolucionario italiano admiraba su contribución al marxismo y La construcción del partido del proletariado. (ABP)
«Manifesto de Primeira Linha no Dia da Pátria de 2015» (Diário Liberdade)
O conjunto das forças da esquerda nacionalista e independentista temos que facilitar sem mais demora um processo de reorganizaçom integral, constituir o Pólo Patriótico rupturista, que nos permita injetar entusiasmo em milhares de ativistas decepcionados e desconcertados, optimizar recursos dispersos, e dotar ao povo trabalhador e à Pátria do instrumento político-social que nos conduza face a nossa emancipaçom e liberdade.