O custo político de ter recebido Caprilles é muito elevado para Juan Santos. Quem a credita que os sectores sob influência de Uribe o vão deixar em paz depois de deteriorar as suas relações com a Venezuela e com os países mais pujantes do processo de integração latino-americano engana-se, visto que o verdadeiro objectivo de Uribe é destruir o processo de paz com a guerrilha, destruindo no processo o próprio Juan Manuel Santos. (ODiario.info)
«Implicaciones geopolíticas del ingreso de Colombia a la OTAN», de Atilio BORÓN (pakitoarriaran.org)
Pero hay algo más: con su decisión Santos también pone irresponsablemente en entredicho la marcha de las conversaciones de paz con las FARC en La Habana (uno de cuyos avales es precisamente Venezuela), asestando un duro golpe a las expectativas de colombianas y colombianos que desde hace décadas quieren poner fin al conflicto armado que tan indecibles sufrimientos deparó para su pueblo. «Populistas sin objetivos. Una respuesta a José López», de Manuel NAVARRETE (insurgente.org)
Sé que, probablemente, el populismo sin objetivos llegue todavía más fácilmente a la población que la propuesta revolucionaria que hemos efectuado. Pero también sé que, a la larga, el populismo sin objetivos acabará defraudando a la gente y tendremos una oportunidad. Y que, en realidad, una propuesta revolucionaria es estrictamente necesaria en tiempos en que la decadencia y la crisis no dejan margen para la concesión pacífica de reformas y en las que, por lo tanto, los revolucionarios son más efectivos en la conquista de reformas que los propios reformistas.
«Otra "PSeudosolución" de París», de Arantxa MANTEROLA (Gara)
Pero lo que es evidente es que, esté quien esté en el gobierno, la République mantiene vigente su regla de oro tal como lo apuntaba hace unos días el periodista Michel Feltin-Palas en France Info: «Seguir atando en corto y desvalorizando la cultura de las regiones con personalidad demasiado afirmada porque crear una colectividad sobre una base identitaria es, intrínsecamente, contrario a la filosofía y, sobre todo, a los intereses del Estado».
«Pensar, aprender, practicar la desobediencia», de Mugitu, Eleak, Herrira, Joxemi Zumalabe e Fracking EZ! (BorrokaGaraiaDa)
¿Resulta posible defender la naturaleza respetando íntegramente las reglas de juego de instituciones y empresas? ¿Es factible neutralizar las políticas de excepción, sin pisar fuera de los estrechísimos límites que nos imponen las leyes de excepción? En fin, ¿es posible caminar la transformación social hacia parámetros más justos, cada cual desde su ámbito y maneras, sin desobedecer a la telaraña de normas y leyes construida con el fin de eternizar este injusto orden social?