Casi entrando en el 2013, el nacionalismo español sigue sin reconocer a todas las víctimas que ha causado, solo reconoce a las suyas. Pero no solo eso. El nacionalismo español y los colaboracionistas mantienen todos los mecanismos para generar nuevas víctimas y lo más importante: un sistema opresivo. (BorrokaGaraiaDa)
«¿La paz en Colombia?», de Néstor KOHAN (lahaine.org)
La insurgencia sólo podrá imponer la paz (sí, porque la paz con justicia social nunca llegará alegremente y solita, se la debe imponer, como antaño hicieron los vietnamitas o los argelinos) si el conjunto del campo popular se moviliza, descoloca y hace tambalear las estructuras de dominación político-mediáticas del estado terrorista colombiano.
«La "solución final": una veleidad sin esperanzas», delegação das FARC-EP em Havana (lahaine.org)
Las partes beligerantes debemos dejarnos conducir sin reticencias por la voluntad nacional que clama paz, soberanía y justicia. La victoria de la paz en Colombia no depende sólo de la voluntad de los contendientes, sino fundamentalmente del protagonismo del país nacional, de la gente del común, en la construcción de ese bien superior que entraña un profundo acto de humanidad. Una paz mal concebida puede ser peor que la guerra.