Inminente el desalojo me fui, pero la vida me llevó a una bertso bazkari a 500 metros de ella el día D. No era la primera vez que presenciaba una desalojo, aunque sí que era la primera vez que veía desalojar a gente de su casa. Cinco minutos para recoger las cosas y zipayos y munipas encapuchados entraron a saco rompiendo y poniendo todo patas arriba. Niños pequeños y no tan pequeños se quedaron sin casa en un visto y no visto. (lahaine.org)
«El coraje de las madres», de Carlo FRABETTI (insurgente.org)
Estos días he tenido el privilegio de participar en varias acciones reivindicativas junto a Elena Ortega, la madre de Alfon, a la que, de forma nada casual, conocí en la Traba en compañía de Mavi Muñoz, la madre de Carlos Palomino.
«Los torturados toman la palabra para poner luz a una realidad ocultada», de Ramón SOLA (Gara)
El trabajo de Euskal Memoria para completar «toda la verdad» del conflicto está revelando la realidad de muchos torturados. Periko Estomba pasó por ello hace ya 40 años, pero aún le desborda la emoción. Imanol Ostolaza lo sufrió en 1981, a la vez que Joxe Arregi. Maialen Eldua, hace apenas tres años. Tres historias entre miles, tres maneras de sobrevivir y convivir con ello, tres voces y un fin: que no se repita.