El imperialismo franco-español acaba de firmar un nuevo pacto antivasco y antidemocrático que a posteriori arroja esclarecedora luz sobre el contexto de «historia larga» braudeliana en el que debemos incluir esta ferocidad renovada. Por toda la UE los vientos autoritarios se transforman en recortes
sociales, en ataques represivos sutiles o descarados, en aparición del
neofascismo y reaparición de fascismo cuyo hedor de inhumanidad surge
por los entresijos de un sistema putrefacto. (lahaine.org)
«Contra el terrorismo de Estado, la más amplia solidaridad internacionalista», de Red Roja (boltxe.info)
La represión como herramienta del terror y el intento de criminalización de toda lucha son los únicos recursos de unos gobiernos – encabezados por la Monarquía – corrompida hasta la médula que, mientras se enriquece de forma obscena, roba masivamente al pueblo trabajador sus más elementales condiciones de vida.
«Revoluciones en democracia, democracias en revolución», de Luis BRITTO GARCÍA (pakitoarriaran.org)
La paradoja se configura así: la Revolución sólo puede acceder al poder por vía democrática, pero la reacción puede y debe aniquilarla en forma violenta en cuanto intente la menor reforma económica o social ¿A quien favorecen estas reglas que consagran una Democracia indefensa e inerme contra una reacción armada, coligada con el Imperio y dispuesta a todas las atrocidades a favor del privilegio?
«Inperialismoa hondoratu arte, Europa astinduz!», de Askapena (lahaine.org)
Las luchas de los pueblos originarios (como las de los mapuches o zapatistas) o las de los agricultores colombianos, brasileños o paraguayos, por mencionar tan solo algunos, tienen como enemigos a las transnacionales europeas, en gran medida españolas (Banco Santander, Iberdrola, Endesa, Unión Fenosa...). Pero a estas transnacionales les es imposible llevar a cabo está destrucción y robo sin el protagonismo del estado español y de la Unión Europea. / Así, en este aniversario del 12 de octubre, Askapena hace un llamamiento para seguir mostrando nuestra solidaridad y dando apoyo a los pueblos originarios y a los pueblos que luchan por una segunda y verdadera independencia y a que denunciemos firmemente y hagamos frente, allí y aquí, a las transnacionales europeas que son las principales culpables de esta práctica imperialista.