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Llegados al 2016 se visualiza más claro que nunca que ser socialista, pero también ser abertzale, se hace incompatible con la permanencia en la UE, sea a través de los estados español y francés o por cuenta propia. Debido a ello, ningún programa independentista serio puede abstraerse de lo que la UE o también la OTAN suponen de ataque e incomparibilidad con la soberanía y la justicia social.
Ante esta situación existen tres opciones en Euskal Herria; la interesada, la reformista y la de ruptura. (BorrokaGaraiaDa)