terça-feira, 25 de outubro de 2011

O Boltxe entrevista Bruno Carvalho

Deixamos aqui dois excertos da entrevista, que pode ser lida na íntegra em boltxe.info

«Bruno Carvalho es un joven periodista portugués, comunista, amigo de Euskal Herria y de Boltxe Kolektiboa. Recientemente nos ha facilitado información de la tremenda situación que atraviesa Portugal, con una crisis económica y social de unas dimensiones extraordinarias, provocadas por el capitalismo. Hemos querido charlar con Bruno para conocer más de cerca los detalles de todo esto.

B- Bruno, está claro que Portugal es mucho más que Cristiano Ronaldo y los fados, haznos una primera aproximación de cómo estan ahora mismo las cosas en tu país.

BC- Ahora mismo vivimos una situación terrible. Treinta y siete años después de la revolución, Portugal vive el capítulo final del proceso contra-revolucionario que durante décadas acabó con los derechos conquistados por el pueblo. Después del ingreso en Unión Europea, Portugal perdió parte de su soberanía nacional. Se destruyó su capacidad productiva y somos, esencialmente, un país de turismo y servicios. Nuestra economía está dominada, en parte, por el Estado español. Vivimos una crisis interna desde finales de los años 90 que agravada por la actual crisis internacional del capitalismo nos llevó a esta tragedia que vivimos.

Los protagonistas de este proceso contra-revolucionario son los mismos que hacen parte de la troika nacional que subscribió el pacto de agresión de la troika internacional compuesta por el FMI, BCE y Unión Europea). El Partido Social-Democrata (PSD) y el Partido Popular (CDS-PP), en el gobierno desde junio, representan la derecha conservadora. El tercer partido de la troika nacional es el ex gobernante Partido Socialista, de la derecha liberal. Estos tres partidos representan la oligarquía financiera y las grandes empresas de este país.

El acuerdo establecido con la troika internacional no es más que una copia del acuerdo hecho en Grecia. La solución que se propone para los problemas de Portugal es la misma que está llevando aquel país al abismo. Es un verdadero ajuste de cuentas con la Historia. Los trabajadores son aplastados mientras los responsables por la crisis no hacen ningún tipo de sacrificios. Se bajan sueldos y pensiones, se retiran pagas extras de verano y navidades, se aumenta el horario de trabajo en media hora (lo que rebaja el precio del trabajo, aumenta los beneficios y el paro), se aumentó el IVA, el precio de la energía y de los transportes. Hay un amplio plan de privatizaciones y se prevé despidos masivos en determinados sectores del Estado. Los trabajadores son sacrificados para pagar las pérdidas de algunos bancos que fueron nacionalizados y las deudas provocadas por décadas de neoliberalismo.

[...]

B- Tu eres amigo de nuestro pueblo y de ASEH, el comité portugués de solidaridad con Euskal Herria, como ves la situación que ahora atraviesa el pueblo vasco?

BC- Euskal Herria es un pueblo hermano. Su lucha ejemplar durante décadas no solo contra los Estados español y francés pero también contra el capitalismo fue importante, en mi opinión, para conquistar hasta reivindicaciones que no eran suyas como este modelo de autonomía. Yo creo que la opción tomada por la organización armada fue correcta se ahora la opción es darle más protagonismo a la lucha de masas. Pero creo que solo habrá motivos para estarse feliz cuando todas y todos los presos políticos estén en casa. Ellos sacrificaron parte de sus vidas en la cárcel por todo el pueblo.

Los resultados electorales fueron una buena inyección de oxígeno y un buen medidor de la esperanza del pueblo. Estuve este Verano en Euskal Herria y el ambiente era abrumador. No me parece que haya espacio para acreditar en la mentira de que ETA fue derrotada. Quien conozca ese país, ese pueblo, sabe que no falta gente que quisiera sumarse a la militancia armada. Los gudaris son vistos como héroes, son recibidos en fiesta cuando llegan a casa, son recordados con solemnidad cuando muertos. Es cierto que al Estado español le gustaría una paz con vencedores y vencidos pero como en Irlanda hay una organización armada que no fue derrotada. Tampoco ganó pero podemos discutir se lo que se conquistó desde 1959 fueron o no victorias. Yo creo que si. Lo cierto es que ahora le cabe al pueblo vencer.

Claro que uno siempre tiene preocupaciones. Como en todos los procesos de paz, surge el miedo de una social-democratización y institucionalización de las organizaciones de izquierda. Es un desafío que tendrán que enfrentar. Yo creo que la independencia y el socialismo deben ser reivindicaciones irrenunciables del pueblo vasco. Aunque acabe la lucha armada, la paz no vendrá. Hay que comprender que en el capitalismo no hay paz. Seguirá la explotación, la muerte de obreros, mujeres asesinadas por el terrorismo machista, cargas policiales sobre manifestaciones y detenciones. La respuesta tendrá que venir de abajo, del pueblo organizado. Borroka da bide bakarra tendrá que estar siempre en nuestras bocas.»

VER: boltxe.info