De facto estamos ante una apuesta que supone la colonización a distancia, una colonización del siglo XXI. El PP, a través del Ministerio de la Colonización (de larga historia en el Estado español), donde participan jueces y expertos, pretende modificar los censos a su antojo y al servicio de sus intereses que no son otros que finiquitar el nuevo ciclo y cerrar las puertas a la izquierda soberanista e independentista, cueste lo que cueste.
No es una propuesta de carácter exclusivamente electoral, que también, la máxima gravedad del planteamiento va más allá, porque es la demostración más palpable de que el Estado español pretende negar a los vascos el derecho a decidir libre y democráticamente nuestro futuro de manera pacífica y democrática sine die y con todo tipo de cerrojos legales, represivos y coercitivos. (ezkerabertzalea.info)
«Fábulas y fabulaciones», de Borroka Garaia (BorrokaGaraiaDa)
Un ratón se hizo amigo de una rana. La rana, obedeciendo a intenciones de burla, ató la pata del ratón a su propia pata. Marcharon entonces primero por tierra para comer trigo, luego se acercaron a la orilla del pantano. La rana, dando un salto arrastró hasta el fondo del agua al ratón. El desdichado ratón se ahogó, quedando a flote atado a la pata de la rana. Los vio un buitre que por ahí volaba y apresó al ratón muerto con sus garras, arrastrando con él a la rana encadenada, quien también le sirvió de cena.
«Aún no somos castellanos», de Gloria REKARTE (Gara)
Claro que en aquellos tiempos, como aún no se habían inventado ni los «encajes constitucionales» ni el PP, ni UPN, a las cosas se les llamaba por su nombre (menos a Fernando, que le llamaban «el Católico») y a un ejército de 20.000 hombres entrando a una plaza de 6.000 habitantes, se le llamaba conquista.