Era un altavoz para denunciar las torturas, la guerra sucia, los abusos policiales, la dispersión. Y era también un foco de luz sobre este lodazal en el que navegan nuestros derechos civiles y políticos: ilegalizaciones, pucherazos electorales, prohibiciones de actos, cierre de medios de comunicación, multas, agresiones, vetos, censuras…
Tras varias campañas de criminalización, el 18 de enero de 2011 cuatro personas fueron detenidas e incomunicadas por la Policía Nacional acusadas de gestionar esta web, y uno de ellos, Miguel Angel Llamas, Pitu, fue encarcelado y dispersado.
Para redondear el atropello, el juez Grande-Marlaska emitió un auto decretando el «bloqueo preventivo» de la web por espacio de cuatro meses, además de la clausura de los canales de video en Youtube, el perfil de Facebook, la cuenta de Yahoo… De hecho, Apurtu.org desapareció de la red, y las semanas siguientes fueron cayendo el resto de las fichas de la censura.
Fue otro cierre «preventivo» de un medio de comunicación, otro altavoz apagado por el griterío ultra de que «todo es ETA», otro sabotaje al derecho que tenemos todos y todas a informar y ser informadas en un ámbito de libertad de expresión, donde el delito no sea denunciar las torturas sino torturar.
Desde entonces, Pitu sigue encarcelado, dispersado y sin derechos, y eso que ni siquiera ha sido juzgado.
Por eso, desde Ateak Ireki os animamos a gritar por la libertad de expresión y por la libertad de Pitu.