O Supremo Tribunal espanhol revogou a sentença da Audiência Nacional que condenou a um ano de prisão e sete de inabilitação a autarca de Hernani, Marian Beitialarrangoitia, por ter pedido um aplauso para Igor Portu e Mattin Sarasola num acto político em Iruñea.
Quatro dos cinco magistrados que compõem a Sala Penal do Supremo Tribunal - Joaquín Jiménez, Juan Ramón Berdugo, Luciano Varela e José Antonio Martín Pallín - manifestaram-se a favor da revogação da sentença da Audiência Nacional por entenderem que as declarações da autarca de Hernani, Marian Beitialarrangoitia, no pavilhão Anaitasuna de Iruñea não constituíram um delito e foram proferidas ao abrigo da liberdade de expressão.
A decisão conta com o voto particular do juiz Julián Sánchez Melgar, que era favorável à ratificação da condenação por «enaltecimento do terrorismo».
Durante a audiência que se realizou no dia 18 de Fevereiro para analisar os recursos apresentados, a Procuradoria pediu que a pena de um ano de prisão e sete de inabilitação atribuída a Beitialarrangoitia fosse ratificada. A defesa pediu a absolvição alegando que tinha sido violado o direito à liberdade de expressão e ideológica, tendo agora o Supremo dado provimento a esse recurso.
O Supremo afirma que nas palavras de Beitialarrangoitia «no existió exaltación del terrorismo ni de sus autores» e que «nada aparece en sus expresiones que pudiera estimarse ni alabanza o justificación por el atentado a la T-4 ni a la presunta intervención de ellos [Mattin Sarasola e Igor Portu] en tal atentado».
Na opinião da Sala, «queda más claro la exteriorización de un cariño hacia ellos y de una cercanía personal, y eso queda fuera del tipo penal».
Segundo se lê no acórdão, «la naturaleza de las expresiones proferidas valoradas tanto en su literalidad como contextualizadas en el acto en el que fueron pronunciadas, la ausencia de todo grito, homenaje o consigna dirigido a enaltecer a la actividad de ETA o los hechos imputados a Portu y Sarasola, todo este conjunto de datos conducen, en opinión de la Sala que la conclusión de que no hubo exaltación o alabanza del terrorismo ni de Igor Portu y Martín Sarasola por su presente actuación en la T-4, sino una denuncia por las torturas que se dicen cometidas y enlazado con ellos, el envío de un calor y cercanía que les permitiera superar esa situación y que se concreta en la expresión ¡Os queremos!».
Fonte: Gara
A decisão conta com o voto particular do juiz Julián Sánchez Melgar, que era favorável à ratificação da condenação por «enaltecimento do terrorismo».
Durante a audiência que se realizou no dia 18 de Fevereiro para analisar os recursos apresentados, a Procuradoria pediu que a pena de um ano de prisão e sete de inabilitação atribuída a Beitialarrangoitia fosse ratificada. A defesa pediu a absolvição alegando que tinha sido violado o direito à liberdade de expressão e ideológica, tendo agora o Supremo dado provimento a esse recurso.
O Supremo afirma que nas palavras de Beitialarrangoitia «no existió exaltación del terrorismo ni de sus autores» e que «nada aparece en sus expresiones que pudiera estimarse ni alabanza o justificación por el atentado a la T-4 ni a la presunta intervención de ellos [Mattin Sarasola e Igor Portu] en tal atentado».
Na opinião da Sala, «queda más claro la exteriorización de un cariño hacia ellos y de una cercanía personal, y eso queda fuera del tipo penal».
Segundo se lê no acórdão, «la naturaleza de las expresiones proferidas valoradas tanto en su literalidad como contextualizadas en el acto en el que fueron pronunciadas, la ausencia de todo grito, homenaje o consigna dirigido a enaltecer a la actividad de ETA o los hechos imputados a Portu y Sarasola, todo este conjunto de datos conducen, en opinión de la Sala que la conclusión de que no hubo exaltación o alabanza del terrorismo ni de Igor Portu y Martín Sarasola por su presente actuación en la T-4, sino una denuncia por las torturas que se dicen cometidas y enlazado con ellos, el envío de un calor y cercanía que les permitiera superar esa situación y que se concreta en la expresión ¡Os queremos!».
Fonte: Gara